Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.
Juan Gelman.
2 comentarios:
Estupendas letras, gran bagaje con el que cubrir un recuerdo. Quizá ese sea nuestro destino, el de aquellos que soñamos tener contacto, aunque efímero y muy de vez en cuando, con la lucidez: crear un trozo de literatura que, llegado el caso, alguien pueda leer y escribir "Estupendas letras, gran bagaje con el que cubrir un recuerdo".
te he incluido en mi lista de amigos, gracias por tenerme en la tuya
un abrazo desde Reus
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