sábado, 22 de mayo de 2010

NOSOTROS LOS HOMBRES

Vengo a buscarte, hermano, porque traigo el poema,
que es traer el mundo a las espaldas.

Soy como un perro que ruge a solas, ladra
a las fieras del odio y de la angustia,
echa a rodar la vida en mitad de la noche.

Traigo sueños, tristezas, alegrías, mansedumbres,
democracias quebradas como cántaros,
religiones mohosas hasta el alma,
rebeliones en germen echando lenguas de humo,
árboles que no tienen
suficientes resinas amorosas.

Estamos sin amor, hermano mío,
y esto es como estar ciegos en mitad de la tierra.
Jorge Debravo

1 comentario:

José L. Solé dijo...

El mundo a las espaldas como carga supongo, por el tono oscuro del poema. Contundente la última estrofa, aunque me gusta sobretodo esa de "democracias quebradas como cántaros", que al partirse vienen a sonar como cráneos: crak, crak.

Resinas de pegamento compacto!!!