Noche y madrugada. Aliados
insomnio y soledad, fuertes como las hienas ante el animal herido, se acercan
amenazantes, clavan sus afiladas garras en mi pecho y zarandeándome hasta el
aturdimiento, me arrastran hasta las simas más profundas de la oscuridad
nocturna, donde anidan la magia y los fantasmas de la noche.
Tras unos momentos… zozobra,
desasosiego,… miro, indago y me pregunto: ¿Qué tren es el que me dejó en
semejante estación? La respuesta está en el examen, en el voyeurismo interior.
Una tenue y lejana luz parece traer la respuesta. Si…el tren se llama La Vida y
al vagón donde venía, le suelen llamar Huida.
Profundizo, investigo más en mi
interior, observo y más allá, si, justo
al fondo, allí está mi corazón. Abro sus puertas, de par en par, y si es cierto
eso que dicen,…” libre te hará la verdad”,… le doy plena libertad.
Si huyo,… desde ahora. Desde siempre.
Desde este momento y aquí,…hasta donde me recuerdo,…yo creo,…pienso, que es así
como nací.
Si, huyo,…al final siempre me
voy, Huyo de la situación, del lugar en el que vivo y estoy, si es que en él me pierdo o no siento
lo que soy. Huyo… de los hábitos dañinos. De los sentimientos fríos. De las
personas sin forma. De las ideas sin peso. De los amores sin fondo.
Si, huyo…cobarde me dice, si, la
boca de esos valientes. Bizarros. Temerarios sin piedad, que han decidido
quedarse y no buscar su verdad. Si, se quedan y como al agua estancada, se les
pudren deseos y anhelos insatisfechos,… lentamente, hasta convertirse todo, en un hedor
pestilente. Si, es cierto, esa garganta masiva que grita mi cobardía, es la de
todos aquellos que odian su valentía.
Si, huyo…como el agua que desde
las profundidades mana y corre, viaja, vuela y ahora va encauzada y después, más
tarde,…más tarde, termina siendo cascada.
Si, huyo…como el Sol de Poniente, que agotado, se evade y
tras el horizonte desaparece. Y si, en realidad, está cansado, pero no huye,
solo busca. A ese alguien. Hombre o mujer libre, que con impaciencia, al otro
lado le esperan. Brazos abiertos, ansiosos, anhelantes de sentir con pasión, su
luz y su calor.
Si, huyo,…soy como el ave que
emigra y abandona el frio invierno, dejando atrás la rutina y la falta de
ilusión. Mi destino, nuevas tierras. Tierras plenas de inquietudes, mundos y
universos llenos,… de utopías y de… ¿amor?
Si, huyo,…huyo, porque siempre he
sido sangre, flujo y no inmóvil corazón.
¿Huimos? Yo sí, huyo. Huir, es
buscar,…buscar, es vivir…y es que, en realidad, verdaderamente, viví…y no, no
huía de ella,…no, solo te buscaba a ti.